
NUESTRA ESENCIA
Nuestros
Valores
El trabajo como medio para obtener un sustento económico, es solo una parte; nos rige algo más grande que el dinero, por esto, velamos para poder enseñar nuestros valores institucionales:
Amor: “Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor”, decía San Juan de la Cruz. Queremos llevar e infundir este amor a todos los que lo necesitan, a las familias que llegan a nuestra fundación, para que este fuego se encienda en sus corazones y se esparza en sus entornos.
Alegría: queremos servir con un corazón bien dispuesto y adornado de gozo, que llene de vida nuestros actos y palabras, que transmita la paz y el deseo del bien a nuestro prójimo. “Dale a Dios lo mejor de ti con una sonrisa. La alegría en el servicio es lo que da más gloria a Dios”. San Ignacio de Loyola.
Piedad: reconocemos, vivimos y queremos compartir la experiencia de ser hijos de Dios. Inculcar en los corazones el profundo amor que Dios nos tiene y que crezca el amor a Él, a su Iglesia, a la Santísima Virgen María y a todo aquello que es de Dios. Como fundación católica, vivimos una espiritualidad conforme a nuestra Santa Iglesia.
Solidaridad: buscamos tender la mano a quien lo necesita, no sólo brindando apoyo en situaciones de necesidad material, sino compartiendo y dando bienes espirituales. Queremos que nuestros beneficiarios alcancen el bienestar temporal y eterno.
Esperanza: si bien vivimos en un mundo lleno de conflictos y dificultades, esto no lo es todo. Vemos en los corazones el deseo de cambio, vemos cómo los esfuerzos reunidos pueden ayudar y levantar, vemos y sabemos que es posible cambiar la realidad entre todos, con la gracia de Dios y, testigos de su amor y generosidad, tenemos la firme convicción de que siempre hay una luz en el camino.
Respeto: “El respeto a la persona humana supone respetar este principio: «Que cada uno, sin ninguna excepción, debe considerar al prójimo como “otro yo”, cuidando, en primer lugar, de su vida y de los medios necesarios para vivirla dignamente» (GS 27)”. (CIC 1931).
Creemos que cada persona es valiosa, independientemente de su pasado o su estado y que todos merecemos ser reconocidos y valorados, así como nuestros derechos, nuestro tiempo, nuestras habilidades, nuestra dignidad, entre otros.
Responsabilidad: enseñamos el valor del compromiso, el cumplimiento de la palabra, el asumir las consecuencias de los actos, y el actuar teniendo caridad con el prójimo, con libertad y amor.
Nuestra Esencia
En la Fundación Lirios de Gracia, tenemos un propósito: transformar vidas a través del trabajo digno. Estamos comprometidos en ayudar a mujeres, jóvenes y migrantes, especialmente, a familias de migrantes venezolanos que en su búsqueda de un mejor futuro han tenido que enfrentarse a situaciones difíciles. Muchas de estas personas están en nuestras calles, buscando una oportunidad para ganarse la vida, y nosotros creemos que la mejor forma de ayudarles es ofreciendo algo invaluable: un trabajo digno que les devuelva la esperanza, la dignidad y la estabilidad que necesitan, que puedan sentirse útiles, valorados, amados, y que descubran que pueden hacer cosas por ellos mismos.
¿Te has preguntado alguna vez, cómo te sientes cuando al final del mes recibes la compensación por tu esfuerzo y dedicación? Esa sensación de satisfacción y logro es algo que queremos devolver a estas personas. En lugar de depender de la mendicidad, los estamos formando en oficios artesanales, permitiéndoles ganarse su sustento de manera justa, creando productos hermosos y útiles.
El trabajo manual no solo les permite obtener ingresos, sino que también forja virtudes fundamentales como la paciencia, la constancia, la perseverancia y la responsabilidad. Esto les ofrece una vida más digna y una nueva perspectiva, alejándolos de la ociosidad y ayudándoles a construir un futuro mejor para ellos y sus familias.
Nuestros beneficiarios elaboran estos productos a mano, con dedicación, esmero y mucho amor. Y aquí hay una oportunidad para ti… comprando estos productos (que puedes personalizar para tu empresa y/o eventos) no solamente nos apoyas, sino que también ayudas a transformar vidas, una a una, y ser parte de una historia de esperanza y dignidad.
Actualmente estamos trabajando en colaboración con la Fundación Servicio Juvenil; para conocer más de este convenio visita nuestra sección “Proyectos”.
Nuestro nombre:
Los lirios representan a San José, uno de nuestros más grandes colaboradores en la
fundación; varón justo y trabajador que va siempre de la mano de María. Además, los
lirios también son imagen de la pureza, tanto del corazón como del cuerpo.
La gracia, regalo de Dios inmerecido, mediante el cual podemos obrar todo lo bueno,
amarlo a Él y a otros, cumplir sus mandamientos, arrepentirnos, santificarnos… gracia que
a todos quiere dar.
Por intercesión de San José y la Virgen María, el Señor quiere derramar su gracia sobre
todos sus hijos, en este caso, por medio del trabajo digno y la espiritualidad de la
fundación.
Nuestro logo:
Tres lirios, representando nuestro nombre y en honor de San José, la pureza y castidad de este santo trabajador. Trinitario, por Dios uno y trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Una camándula en la base, representando la importancia y necesidad que tenemos de buscar a Nuestra Madre para llegar a Jesús, como medio para alcanzarnos las gracias necesarias de Dios para la realización de la obra y santificación de todos.
Una cruz, como origen y centro de todo, Nuestro Señor Jesucristo, centro de todo nuestro amor, de toda devoción y de esta obra.
El color azul, por nuestro corazón mariano.
Nuestro eslogan: “Sonríe, ora y trabaja”.
Inspirados por la espiritualidad de San Juan Bosco y su insistencia en la alegría, consideramos esencial esta cualidad en la obra. “La santidad consiste en estar siempre alegres”, San Juan Bosco.
La oración, necesaria para la transformación de los corazones, de la sociedad, para recibir de Dios y darle a Él lo que es necesario y aún más, la fuente de nuestras fuerzas y el sostenimiento de esta fundación.
El trabajo, el medio para dignificar a las personas, transformar vidas y santificarlas.




La inquietud de ver personas en la calle, pidiendo dinero, vendiendo lo que fuera con tal de poder tener algún sustento para vivir, fue uno de los motores que impulsaron la constitución de esta fundación.
Nuestra fundadora, teniendo esta preocupación por aquellas personas que no tienen un trabajo digno y siguiendo la inspiración de Dios, empezó a realizar talleres de encuadernación artesanal en el año 2022, con madres y jóvenes de una fundación en Chía, Cundinamarca. Se les enseñaba el oficio, se pagaba por su trabajo y se buscaba acercar estas almas a Dios, por medio del rezo del Santo Rosario y pequeñas charlas.
Con el pasar del tiempo, ella vio la necesidad de empezar a tener un espacio dedicado a estos talleres y al trabajo. Por providencia de Dios, conoció la Fundación Servicio Juvenil, que más adelante, muy amablemente, abrió sus puertas para la formación de un convenio que beneficiaría a la Fundación Lirios de Gracia con un lugar para trabajar.
Hasta este entonces, la Fundación Lirios de Gracia era solo una obra de caridad, pero para poder crecer y ayudar más y mejor a las personas, fue indispensable organizar la legalidad del proyecto como fundación. Tendría que buscarse un nombre, crear un logo y todo lo demás que requería esta nueva etapa del proyecto.
En todo este camino siempre estuvo la compañía de la Santísima Virgen María y en esta etapa, la intercesión de San José fue crucial. En la búsqueda y defensa del trabajo digno, quién mejor que San José para ayudar como patrono. Gracias a la devoción de los lirios de San José, compartida por un fraile a nuestra fundadora, nace el nombre de Lirios de Gracia.
Gracias a Jesús, José y María, la Fundación Lirios de Gracia fue constituida el 21 de junio de 2024, día de San Luis Gonzaga, uno de los santos patronos de la fundación.
En Agosto de este mismo año inicia el convenio con la Fundación Servicio Juvenil en la sede del barrio Santa Fe, en Bogotá, trabajando con las madres de este sector.
Actualmente el taller de la Fundación Lirios de Gracia se encuentra en la sede de la calle 80 de la Fundación Servicio Juvenil, atendiendo a la misma comunidad del barrio Santa fe, esperando no solo poder ayudar a las madres, sino apoyar a la familia completa.